sábado, 17 de noviembre de 2012

Curiosidades y misterios de la vida.

Desde niño he sido muy curioso, y a pesar de no haber ido a la universidad, me considero una persona a la cual le gusta aprender. No es necesario ir a la universidad para aprender cada día más.
Me llama mucho la atención la vida, que por supuesto está llena de misterios y cosas extrañas. Hay bastantes acontecimientos que dan para pensar.
La vida, de partida, no sabe de lógica, porque si así fuera, todos moriríamos de viejos pero no es así. Muchas veces me he preguntado por qué mueren niños en África, o por qué una madre queda viuda tan joven y con varios hijos pequeños, y así podría seguir haciéndome muchas preguntas más. Incluso hubo momentos en que llegué a pensar que la vida era absurda, cuando veía que a gente buena le iba mal y a gente mala le iba bien. Sin embargo, todo tiene un porqué, nada es porque sí en la vida. Hay muchas cosas que escapan a nuestro entendimiento, pero no al entendimiento de Dios, quien es infinitamente sabio y todo lo hace bien.
Estoy seguro que la mayoría de los seres humanos- por no decir todos- anhelan ser felices. Ya está comprobado que el dinero no hace la felicidad. Quiero referirme a dos casos particulares. El primero lo leí en una novela, donde un hombre con su amiga, ambos bordeando los cincuenta años, con excelente situación económica, pasaron en auto por una población de gente muy pobre, donde habían niños muy felices tirándose agua con baldes, a pie pelado, corriendo por el barro. Sabían que aquellos niños, que a pesar de ser muy pobres, eran felices, y ellos no.
El segundo caso es el de un primo, que le dijo a mi hermano que a pesar de que tenía mucho dinero, mujeres, y podía darse todos los gustos que quería, sentía un vacío muy grande en su vida y que sabía que sólo Dios podía llenarlo.
Está claro que el dinero sirve bastante, pero si no se sabe manejar correctamente, es un arma de doble filo. Tener mucho dinero puede arruinar la vida de cualquiera.
Ser siempre feliz es imposible, porque somos seres capacitados para experimentar varias emociones. De lo contrario no existiría el odio, la envidia, o la tristeza, por nombrar sólo algunos. La vida es como un arco iris que incluye el color negro. Aunque no quieras, inevitablemente tendrás problemas.
Para mí, la vida es una bendición de Dios, un regalo maravilloso que él nos concede, y nosotros debemos disfrutarla y aprovecharla al máximo.
No hay un manual de instrucción para vivir, sólo debes luchar por lo que quieres, no herir a nadie con malas palabras, y siempre recordar que tarde o temprano, lo que uno siembra cosecha.
Ser feliz es una actitud. Para ser feliz es necesario ser agradecido primero que nada, valorar lo que uno tiene, y no vivir deseando lo que está fuera de nuestro alcance, ya que eso terminará frustrándonos.
Lo que es muy importante es hacer algo que nos apasione, o por último que nos agrade, sin embargo muchos terminan haciendo lo contrario. Conozco el caso de un joven que tuvo que estudiar leyes porque su padre lo obligó, siendo que él quería estudiar música.
Todos somos distintos, tenemos distintas metas, somos felices de distintas maneras. Así como hay miles que estudian leyes y pasan horas encerrados repitiendo palabras, y son felices, otros se volverían locos haciendo eso.
Hay muchos que sueñan con ser famosos y ganar dinero a manos llenas, sin ni siquiera pensar que eso les traerá más tristeza y vacío a sus vidas, en lugar de felicidad.
El único consejo es vivir cada día como si fuera el último, disfrutando cada segundo, y enfrentar los problemas que aparezcan en el camino, no sacarles el quite o huir de ellos, porque es peor.
La felicidad está en cada ser humano, en su interior. Así lo veo yo, y a pesar de las dificultades que pueda tener soy un agradecido de Dios por todo lo que me da. Es lo más importante.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Sin ti no puedo, ayúdame...

Tengo miedo que pase mi vida sin haber alcanzado el propósito que tiene Dios conmigo. Sí, estamos en los últimos tiempos, tal vez no deben quedar ni cincuenta años para la segunda venida de Cristo, y Satanás está lanzando un feroz ataque sobre toda la humanidad. El quiere que el mundo esté completamente contaminado por el pecado y llevarnos a todos al infierno, pero Dios también tiene algo que decir, y lógicamente así como muchos irán al infierno, habrán muchos que alcanzarán salvación y llegarán al cielo a disfrutar por toda la eternidad. Lo que hay en el cielo es infinitamente superior a todo lo que hay acá en la tierra.
El que piense que con sus propias fuerzas podrá avanzar por el camino angosto está totalmente equivocado. Es una utopía, es imposible sin la ayuda del Señor, porque las fuerzas satánicas son poderosas, y sólo Dios las puede detener.
Cuando estaba en el liceo, en primero y segundo, tenía la mentalidad de ir a la universidad y ser profesional. Me gustaba la nutrición y la psicología y estaba decidido a estudiar una de esas dos carreras; incluso en tercero fui uno de los mejores de mi curso y me gustaba bastante estudiar, pero estando en cuarto comencé a escribir una novela y cambié drásticamente de opinión: Quería convertirme en escritor, no sólo de novelas, también de cuentos, ensayos, poesía y columnas. Entonces, ¿Para qué iba a ir a la Universidad si podía ser un escritor autodidacta y ganar mucho dinero? Nada de eso sucedió, porque ese mismo año quedé repitiendo y sólo pude terminar la enseñanza media el año 2009, en la noche.
El tiempo pasa velozmente y sin duda yo he desperdiciado bastante. Hasta el día de hoy quiero ser escritor, con la diferencia de que ahora mi anhelo es escribir sobre Dios y sus grandezas y maravillas.
El año pasado estuve muy cerca de publicar mi novela, pero estoy seguro que Dios me quiere para algo distinto, es por eso que decidí que lo más conveniente era guardar mi novela y comenzar a escribir sobre lo que realmente importa.
Es difícil avanzar en este camino, pero sé que Dios nunca me dejará solo. Reconozco que tengo que esforzarme más, aunque si el Señor quiere hacer algo grande conmigo, lo hará de todas formas. Basta ver cómo transformó al apóstol Pablo, y cómo ha cambiado la vida de millones. Yo espero que también lo haga conmigo.