viernes, 4 de octubre de 2013

Amado Dios.

A los amigos se les habla de "tú", sin embargo, a los padres se les habla de "usted". ¿Cómo me dirijo a ti, Dios mío, si eres mi amigo y también mi padre? ¿Tiene eso alguna importancia para usted? En la Biblia no he visto por ninguna parte la palabra "usted", y el rey David dijo: " Porque tú has sido mi refugio, y torre fuerte delante del enemigo."Realmente no sé por cuál decidirme, porque usted es mi padre, pero también eres mi amigo. Es probable que en algunas ocasiones le hable de "usted" y en otras de "tú". Eres mi Dios, mi refugio, mi roca, en quien yo confío. Me siento tan feliz de que te hayas fijado en mí, siendo yo tan insignificante. Me dijiste que me habías escogido desde antes de la fundación del mundo, que era tu hijo, que dejara todo en tus manos. Pensaste en mí, tú, Dios lleno de amor y misericordia. Pensaste en mí sin siquiera merecerlo. ¿Qué hice yo para merecer tanto amor de tu parte? No hice nada, solo fue tu gracia, Señor. Fue tu amor. Nunca me has dejado y prometiste estar siempre a mi lado. Yo anhelo estar contigo por toda la eternidad. Ayúdame a llegar, no me quiero quedar en el camino. ¿De qué me serviría ser el hombre más exitoso de la tierra si después me voy al infierno? Tú sabes que para mí el dinero no tiene mucha importancia y que solo deseo tener el suficiente para vivir dignamente haciendo lo que más amo hacer, que es escribir. ¿Será tu voluntad que yo escriba? No quiero ser millonario, te lo he dicho tantas veces, pero quiero que me permitas ayudar a mis padres. Señor, sé que quieres bendecirme. Me lo has dicho varias veces, pero tengo claro que para alcanzar tu bendición debo esforzarme más y ser perseverante. Lo he intentado, me he esforzado, he peleado, pero me falta y lo reconozco. Debo ser más valiente.                                                                  No me gusta pensar que voy subiendo por una escalera muy alta, esforzándome por avanzar, escalón por escalón, y cuando me falta muy poco para llegar a la cima, algo me hace caer. ¿Debo comenzar a subir nuevamente desde el principio? ¿Y dónde queda todo el esfuerzo que hice? Señor, tú eres justo y conoces todas las cosas. Conoces mis más íntimos pensamientos. Sabes que deseo hablar de ti, pero debes poner palabras en mi boca. No quiero ser misionero, ni tampoco evangelista, solo quiero hablar de ti, y sobre todo, escribir acerca de ti. De tu belleza quiero contarles a los que no te conocen, de tu amor y misericordia. Reconozco que soy cobarde, que soy mediocre, pero sé que si me ayudas puedo hacer todo lo que tú me digas. Sé que es difícil servirte, pero ¿por qué tendría que ser fácil? Tenemos dificultades, luchas, pruebas. Muchas veces estamos tristes y llenos de amargura pero tú te llevas todo eso y lo transformas en felicidad, paz y gozo. Es cierto que aveces siento miedo de no poder alcanzar tus bendiciones, porque soy débil y vivo cayendo en una falta u otra. El tiempo pasa muy rápido y quiero que me ayudes a serte útil. Por favor, Señor, te lo ruego. Hay mucho por hacer. Sin ti no soy nada, necesito de tu ayuda. Aquí está mi corazón, mi vida. Haz lo que quieras, haz tu voluntad. Amén.   

domingo, 30 de junio de 2013

NO OLVIDAR.

Dios nos ama y nos ha dado sabiduría e inteligencia pero, ¿la usamos en cada momento de nuestras vidas? Lamentablemente no, porque cada día cometemos errores, lo que quiere decir que actuamos también con necedad.
Me sorprende que gran parte de la humanidad vive preocupada de cosas superfluas, que pensándolo bien, no tienen gran importancia. Está claro que nuestro corazón es engañoso más que todas las cosas y perverso como lo dice la Biblia. No queda ninguna duda de eso, y esto nos puede llevar a cometer hasta los actos más viles que se puedan imaginar.
Cada día es necesario reflexionar y hacernos este tipo de preguntas: ¿Qué es lo que quiero para mi vida?¿Estoy haciendo algo para conseguirlo? ¿Aprovecho bien mi tiempo? El tiempo pasa muy rápido y no debemos desaprovecharlo. No debemos olvidar que en la vida siempre tendremos dificultades, es normal, pero Dios nos ha dado la capacidad para sobreponernos a todos los obstáculos con los cuales nos encontremos en el camino. No debemos olvidar que todo lo malo que le hagamos al prójimo, en algún momento de nuestra vida se nos volverá en nuestra contra. Por lo tanto, tratemos bien a las personas, ayudándolas de corazón en lo más que podamos. Sin esperar nada a cambio. No olvidar que seguir a Cristo no es fácil, que tendremos muchas dificultades. En el camino nos caeremos en reiteradas ocasiones, porque somos débiles y nuestra naturaleza es pecaminosa e inclinada al mal. No olvidemos que sin la ayuda de Dios, avanzar es imposible. Debemos apoyarnos en él, en su poder. No en nuestras fuerzas, que son escasas. No olvidar que siempre existirán personas que querrán hacernos dudar de nuestra fe, pero no tenemos que dudar nunca del amor de Dios y de su misericordia. Recuerda que si quieres ser realmente feliz, solo Dios te puede dar esa felicidad que en mundo no encontrarás.
Quiero terminar con un versículo de la Biblia, que deberíamos guardar en nuestros corazones y ponerlo siempre en práctica. "Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse" (Santiago 1:19)

miércoles, 15 de mayo de 2013

¿Cuál es el verdadero éxito?

Si le preguntas a cualquier persona si es agradable fracasar seguramente te dirá que no lo es. A nadie le gusta fracasar, todos queremos que nos vaya bien, poder cumplir nuestras metas, hacer realidad nuestros sueños y ser lo más felices que podamos. No todos anhelamos lo mismo en la vida, porque mientras algunos desean ser millonarios, otros como yo, no le damos tanta importancia al dinero. El éxito no es lo mismo para toda la gente. Por ejemplo, tenemos a dos atletas. El primero desea llegar dentro de los cinco primeros a la meta, no obstante, termina en el séptimo lugar. El segundo se conforma con llegar dentro de los diez primeros, y alcanza el puesto noveno. Para la gente es más exitoso el que alcanzó el séptimo lugar, sin embargo, el segundo alcanzó su meta y el otro no, y se sentirá frustrado.
Hay mucha gente que a vista del resto tienen todo para ser felices, sin embargo, son infelices y se sienten vacíos. Es increíble, o tal vez no, porque tener harto dinero y poder comprarse lo que quieran no significa que serán felices. Para mí el verdadero éxito es ser feliz haciendo lo que te gusta, agradar en todo a Dios para que Él te dé su amor y su paz. Es imposible no fracasar de vez en cuando, y es muy necesario, porque a través del fracaso te haces fuerte y aprendes muchas más cosas que cuando todo es miel sobre hojuelas.
Éxito para mí no es tener muchas mujeres a través de la vida, sino que saber esperar por esa mujer que Dios pondrá a su tiempo en tu camino para que se convierta en tu esposa y en la madre de tus hijos, y tener un matrimonio pleno y feliz. Un hombre que durante su vida tuvo muchas mujeres y que con la mayoría fornicó, es imposible que consiga encontrar a esa mujer especial con la cual compartir el resto de su vida.
Éxito no es ser millonario y no sabe qué hacer con el dinero, ser egoísta y ambicioso. El éxito es tener lo necesario para las cosas importantes. Que no falte el alimento, el vestuario, tener buena salud, poder viajar, pasarlo bien sin hacerle daño a nadie. Ser capaz de no ofender a nadie, no criticar y aprovechar cada segundo de tiempo. El verdadero éxito es confiar en Dios y agradecerle por todo su amor y  misericordia. Y para ti, ¿Cuál es el verdadero éxito?  

miércoles, 10 de abril de 2013

La vida es un juego, ¿Quieres jugar?

A veces la vida parece tan inocente, tan perfecta y bella que llega a ser asombroso, sin embargo, por momentos todo se vuelve tan sombrío, difícil y confuso, que dan ganas de tirar todo al tacho de la basura.
He buscado profundamente vivir la vida de la manera más correcta posible. No he sido un ejemplo, tampoco he aprovechado el tiempo al máximo, lo tengo claro, pero ya no puedo hacer nada por el pasado. Solo tenemos el presente.
Creo que esta vida es un juego, o más bien que sería muy inteligente tomarla como si lo fuera. Todo lo que hacemos diariamente va sumando, para bien o para mal. La vida es como un rompecabezas, el cual debemos ir armando de a poco, con mucha paciencia. 
Por momentos me ha pasado que lamento no haberme puesto a escribir mucho antes. Quizás podría haber escrito a estas alturas un par de libros. El otro día fui a cuidar a mi abuelita en la noche, y por el camino iba pensando: "¿Qué pasaría si escribiera un cuento al mes? En un año ya tendría doce y se transformaría en un libro de cuentos. ¿Qué pasaría si escribiera un libro excelente, y de la noche a la mañana me transformara en una celebridad? ¿Quiero transformarme en una celebridad y ganar mucho dinero? Sinceramente creo que no. Tampoco quiero ser pobre y pasar hambre, solo quiero ganarme la vida haciendo lo que amo. 
Me pregunto cuánto habrá de destino y cuánto de libre albedrío. Me llama la atención que el rey David haya tenido que fornicar con Betsabé para que naciera el rey Salomón, quien ha sido catalogado como el hombre más sabio de la historia de la humanidad. Dios sabía que para que naciera Salomón, tenía que juntarse David con Betsabé. Pero, ¿Por qué no pudieron conocerse antes, cuando ambos estaban solteros?
La vida tiene muchos misterios, muchas cosas que me llaman la atención.                                                 ¿Estoy destinado desde la fundación del mundo a ser un gran evangelista y escritor cristiano, o a pasar sin pena ni gloria por la tierra? Me quiero casar en un par de años más, amar y que me amen con locura, escribir, viajar, ser un buen ejemplo, pero no tengo el futuro comprado y todos mis sueños se pueden esfumar si Dios decide quitarme antes la vida.
He pensado que la mayoría de las cosas que suceden no dependen de uno. Este pensamiento de ser escritor  quizás Dios lo puso, quizás no. He pensado que hay tantas cosas que uno no elige. Por ejemplo, nadie eligió su fecha de nacimiento ni menos el día de su muerte, tampoco el lugar. Dios tiene un plan perfecto y el ser humano lo echa a perder. El plan de Dios era que yo naciera el año que nací y no en 1545 o 1815, y que viviera en Longaví, y no en Londres o en Berlín. ¿Realmente tenemos libre albedrío? Bueno, puedo elegir ir hacia el norte o hacia el sur, pero ¿Uno elige enamorarse de alguien o estás destinado a enamorarte de una persona en particular?                                                                                                                            ¿Marilyn Monroe estaba destinada a suicidarse el 5 de agosto de 1962, a los 36 años de edad? ¿John F. Kennedy estaba destinado a ser asesinado un año después? ¿Qué habría ocurrido si me hubiese transformado en una celebridad de la literatura a los 25 años y un año después me atropella el tren? ¿Estás dispuesto a pelear con tus propias fuerzas o prefieres que Dios pelee por ti? Solo hay que confiar en El, y servirle. ¿Qué quieres para tu vida? ¿Quieres ser una profesional? Está bien, te entiendo, en serio. A mí me hubiese gustado ir a una gran Universidad a estudiar Literatura y haberme ganado la vida leyendo a los mejores escritores del mundo, como crítico literario, pero sabes qué, creo en el destino; Por ejemplo, Judas estaba destinado a traicionar a Jesús, de Poncio Pilato siento mucha lástima, en serio. También debo mencionar al ladrón de la cruz, que alcanzó la salvación en los últimos minutos de vida. El otro ladrón que estaba ahí junto a Jesús, se fue al infierno. ¿Qué hubiera pasado si no hubiese existido Mozart, Einstein o Picaso, por nombrar a algunos? ¿Por qué tuvo que nacer Hitler si Dios sabía que se convertiría en uno de los hombres más crueles de la historia? Existen dos alternativas, y aquí tienes todo el derecho y la oportunidad de escoger: Puedes confiar en Dios o no. La vida es fascinante solo hay que mirarla a través de las gafas correctas, dijo mi amigo Alejandro Dumas muchos años atrás. Mi otro amigo, Elbert Hubbard, opinó que no hay que tomarse la vida demasiado en serio, porque nunca saldrás vivo de ella. Yo solo te puedo dar un consejo: Lucha por lo que amas, que nadie te diga que no puedes, pero lucha de corazón, y dale gracias a Dios por todo lo que tienes, y confía en El, ya que puede hacer las cosas mucho mejor que tú, ¿No lo crees?.


miércoles, 27 de marzo de 2013

¿Sobre qué podría escribir?

Desde muy pequeño he sido un aficionado por la lectura, hasta el extremo de asegurar que leer es uno de mis grandes placeres. Yo no recuerdo pero mi mamá me ha contado que a la edad de cuatro años, cuando iba al supermercado, me divertía juntando las letras de todos los envases que se cruzaban delante de mis ojos. MI-LO, SO-PRO-LE, CHO-CA-PIC. No leía tan bien a esa edad, pero mi amor por las letras se hizo notorio desde entonces. A través de los años ese amor ha ido aumentando, me fui transformando en un lector voraz. Después de dormir, una de las cosas que más he hecho en mi vida es leer.
A la edad de once o doce años tenía pensado estudiar Kinesiología. En ese momento escribir no era algo que deseaba hacer. Seguía leyendo cada vez más y aprendiendo cosas nuevas todos los días. Cuando entré al liceo la idea de estudiar Kinesiología se borró de mi mente, y comencé a sentir curiosidad por la Psicología. Quería ser un Psicólogo y escribir libros acerca de la mente humana. También me gustaba la idea de estudiar Nutrición y en este caso escribiría libros sobre las vitaminas, minerales y proteínas.
Todo cambió cuando entré a mi último año de enseñanza media y comencé a escribir una novela que terminé  en cuatro meses. Por ese entonces mi anhelo era ser un gran escritor, no solo un novelista, sino que también escribiría cuentos, poemas, ensayos y otros artículos. No necesitaba ir a la Universidad, solo podía perfeccionar mi escritura, con dedicación y esfuerzo, de manera autodidacta. Tenía aires de grandeza, quería  algún día ganar el premio Nobel, tener harto dinero y disfrutar de la vida, de los placeres de este mundo. Creo que debido a mi soberbia Dios no me ha permitido tener éxito como escritor. Me creía superior a los demás, siempre me costó hacer amigos, prefería leer un buen libro antes que conversar con gente con una inteligencia menor a la mía. Estaba equivocado, lo admito. Ahora pienso que Dios tiene otros planes para mí. Él no me quiere para escribir novelas ni cuentos, ni para escribir artículos mundanos en alguna revista o periódico, creo que me quiere para escribir sobre su Palabra. Me encantaría escribir un libro como el que escribió Bill Popejoy sobre el Salmo 23. Es una joya, y Bill tampoco fue a la Universidad. Dios le dio la sabiduría para escribir.
El año 2011 cuando vino a Longaví Silvia, la poeta de Talca, y le conté que tenía una novela y unos cuentos, me ofreció ayudarme a publicar mi novela. Me pondría en contacto con su editor y haríamos todo lo necesario para sacarla a la luz. Silvia vino en Junio o Julio, pero en Agosto todo cambió. Ya no quería escribir novelas, mi deseo era escribir libros cristianos.
Comencé a leer "La cruz y el puñal", y luego un par de libros de Rebecca Brown que me encantaron. Ahí estaba lo mío, sentí que debía escribir sobre eso. Todos los días durante Septiembre y Octubre del 2011, por las mañanas leía la Biblia y por las tardes libros cristianos. Por aquel entonces tomé un libro de Bill Popejoy, sobre el Salmo 23, que tenía hace años, pero no me decidía a leerlo. No me llamaba la atención.
Es un libro corto, de 134 páginas, que lamento no haberlo leído antes. Además me gustó que su autor, al igual que yo, no fue a la Universidad. "Bill, yo te di el talento para escribir", le dijo el Espíritu Santo.
Me fasciné también leyendo a Rebecca Brown. Qué mujer más valiente, es admirable. Anhelo conocerla, sino tengo la oportunidad aquí en la tierra, espero verla arriba en el cielo.
Es difícil ser escritor, se necesita mucha disciplina, aparte de pasión y talento. También se necesita paciencia. Lo otro es la suerte, porque no gana más el mejor. A través de la historia, escritores geniales no fueron reconocidos en vida, sino que después de su muerte recién alcanzaron fama. Es algo lamentable. ¿Qué pasaría si yo alcanzara fama después del año 2150? Ahora pienso diferente, no me interesa la fama ni los millones, aunque sí me hubiese gustado escribir novelas como "La ciudad de la luna", de Paul Auster o "El guardíán entre el centeno", de J.D.Salinger, que considero obras maestras.
Ahora mi espejo no es Auster ni Salinger, sino que Brown, Wilkerson o Popejoy. De todas maneras no descarto escribir unos diez o doce cuentos y publicarlos. Debo seguir mejorando y aprendiendo cada día más.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Mi forma de pensar.

Definitivamente Dios ha sido muy bueno conmigo. Sin ninguna duda. Es común en el ser humano mirar la mitad vacía del vaso y no la mitad llena, es común fijarse más en los defectos que en las virtudes. Es lamentable pero es así. Siempre nos fijamos más en lo que falta que en lo que hay. La mayoría de la gente no disfruta el presente debido a que no puede olvidar cosas del pasado ni puede dejar de preocuparse por el futuro. Es un gran error, porque la vida es el presente, el ahora. El pasado ya pasó, es imposible retroceder el tiempo, y el futuro no nos pertenece. Hay personas, diría que la mayoría- y yo me incluyo también- que hace (hacemos) planes para el futuro siendo que cualquiera se puede morir en este mismo momento. Dios es el dueño de la vida, si estamos respirando es solo misericordia de El.
Digo que Dios ha sido muy bueno conmigo porque jamás he pasado hambre ni frío ni he andado maloliente por no tener donde bañarme. Siempre he tenido lo más importante. Dios me lo ha dado. Ha tenido misericordia de mí y de mi familia. Nos ha protegido siempre.
La vida no es justa, porque solo basta con mirar un poco alrededor. Hay gente que no tiene nada, que sufre infinidad de cosas. Basta con saber que en África se mueren de hambre para que quede claro que la vida no es justa. Es injusta, pero Dios es justo, y su justicia es muy distinta a la nuestra. Él es la máxima expresión del amor y la sabiduría, mientras que nosotros somos muy limitados. Somos egoístas, envidiosos, nos enojamos con facilidad, pensamos primero en nuestro bien que en el de los demás. Nuestro corazón es más engañoso que todas las cosas, y perverso. Lo dice la Biblia y así es.
¿Qué es lo realmente importante en esta vida? Todos no pensamos de la misma manera, no tenemos las mismas metas. Definitivamente somos diferentes. Para mí esta vida no tiene tanta importancia; no me importa hacerme millonario, no me importa tener un auto lujoso, ni una mansión, ni andar con muchas mujeres, ¡No me interesa! Tampoco me interesa ir a la Universidad y conseguir un doctorado y ser admirado por eso. La verdad es que me tiene sin cuidado. ¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? Estoy harto de la vanidad humana, de la envidia. Es increíble hasta donde puede llegar la maldad del ser humano. Yo no estoy en este mundo para agradar a los hombres sino a Aquel que me tiene con vida y nunca me ha dejado. Sé que le he fallado a Dios muchas veces, sé que lo he lastimado con mi forma de actuar, pero Él sabe cuánto lo lamento. Es difícil agradarle y vivir en santidad en un mundo lleno de maldad y pecado. Nuestra naturaleza es pecaminosa. Es muy difícil ver pasar a una mujer  hermosa y no mirarla ni  tener pensamientos carnales, ¡Es difícil!, pero el Señor nos dice "No satisfagáis los deseos de la carne". Los deseos de la carne son muerte, pero los del Espíritu son vida y paz. ¿Qué porcentaje de la humanidad prefiere orar, ayunar, ir a la iglesia en lugar de satisfacer los deseos de la carne? Pocos, muy pocos.
Yo me esfuerzo por agradar a Dios pero no siempre lo consigo porque es muy complicado, vivo equivocándome, pero lo vuelvo a intentar una y otra vez y sigo dando la pelea. Es normal que sienta deseos de hacer cosas malas, y lamentablemente he caído muchas veces pero Él me vuelve a dar una nueva oportunidad.
Dios es el único que puede darme todo lo que anhelo. Creo en Él, su Palabra es verdadera, sus promesas son hermosas y fieles. Él conoce todos mis deseos, sabe que amo escribir y que quiero dedicar el resto de mi vida a servirle. No me interesa tener estudios universitarios, porque sin ellos puedo cumplir mi anhelo de ser conferencista y escritor cristiano. Dios es quien da la sabiduría y la inteligencia. Quiero evangelizar, cooperar con lo que más pueda para que la mayor cantidad de gente posible conozca al Señor y alcance la salvación. Esta vida es pasajera, pero hay una vida eterna y ésa es la que realmente me importa. Yo quiero alcanzar la vida eterna, que sin duda debe ser hermosa.
Dios me dijo que me preocupara de sus asuntos y Él se preocupará de los míos. Quiero formar una familia pero es mejor que Él elija a la mujer que será mi esposa. Yo podría equivocarme pero Dios no. Conoce mis gustos y elegirá la mujer idónea para mí. Lo creo y con eso basta.
Quiero viajar por el mundo evangelizando. Es lo único que me importa. Además puedo hacer lo que quiera con mi vida y elegí hacer esto. Creo que es algo que vale la pena. Quiero escribir libros cristianos, tener mi propia habitación para escribir sin que nadie me interrumpa. Hay deportistas que se levantan de madrugada a entrenar, como los nadadores. Yo tendré que levantarme de madrugada pero a orar y leer la Biblia. No será fácil, pero sí será una gran aventura. Es lo que quiero y me esforzaré para que se haga realidad. Tengo la ventaja que mi Dios estará siempre conmigo.

lunes, 25 de febrero de 2013

Creo en ti.

Me siento tan afortunado de conocerte, es un privilegio que no todos pueden disfrutar. Realmente es algo grande, algo maravilloso, que no es posible para mí describir con palabras. Siendo un hombre común y corriente al igual que todos, tú te fijaste en mí, y me diste el gran privilegio de ser tu hijo.
En tu palabra dice: "No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros..." (Juan 15:16), por eso estoy muy agradecido de que me hayas elegido a mí; no tengo como pagarte tu inmenso amor hacia mi vida.
Es tan difícil servirte, cada día es una lucha, una batalla que debemos pelear y que lamentablemente perdemos varias de ellas, pero perdemos cuando nos alejamos de ti, cuando nos dejamos llevar por los deseos de la carne, por las mentiras y engaños de Satanás y los atractivos de este mundo. Si nos aferráramos a ti y confiáramos plenamente en tu poder ganaríamos cada una de esas batallas de la guerra que es la vida. A pesar de lo difícil que es ser cristiano, es mucho mejor que estar cegado por los deleites de este mundo, que no conducen a nada bueno.
Gracias por hacerme entender que esta vida es pasajera, que todo llega a su fin, todo se marchita, y que después hay una vida eterna junto a ti, siempre cuando logremos perseverar en tu camino hasta el final.
Estoy seguro que muchas personas que no te conocen dicen: "que tontos que son los evangélicos que no disfrutan su vida". Están tan equivocados, pero es que es algo realmente lamentable y asombroso. ¡Están equivocados!.
Millones de jóvenes de todo el mundo creen que ir a fiestas, beber alcohol, drogarse y tener sexo desordenadamente es disfrutar la vida. ¡Están en un grave error! Ellos están viviendo la vida de la carne, y tu palabra dice que el ocuparse de la carne es muerte. (Romanos 8:6)
Es complejo luchar contra los deseos de la carne, contra la concupiscencia, considerando toda la inmoralidad sexual que hay en el mundo, pero no hay excusa, porque con tu ayuda todo es posible, y sin ti nada podemos hacer. Nosotros debemos vivir la vida del Espíritu, ya que el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
Te pido que me ayudes a ser más valiente; estamos en tiempos difíciles y necesito ser valiente. Para ser un buen cristiano es necesario. Es fundamental.
Quiero perseverar hasta el final para poder conocerte y vivir contigo toda la eternidad, glorificándote. Dios amado, creo en ti, eres real, tan real como la lluvia.