lunes, 20 de diciembre de 2010

Quiero...

Quiero luchar por mis sueños para que se hagan realidad. Quiero ser cada día una mejor persona; amar, respirar, caminar, estirarme, correr. También quiero escribir, leer y pensar. Quiero conocer la verdad, seguir confiando siempre en Dios. Quiero que las injusticias se acaben por fin. Basta de los abusos a los débiles, esto tiene que terminar.
Quiero un mundo más limpio, libre de contaminación, y que en lugar de gastar fortunas en estupideces, se destinen a algo tan importante como la pobreza y la educación. Quiero que se ponga fin a la agresión física y psicológica que día a día sufren mayoritariamente mujeres y niños. Quiero que se castigue con severidad a los corruptos, que sólo sirven para causar dolor.
Quiero que haya más oportunidades para todos y así todos juntos crecer y desarrollarnos, lo que conllevaría a un mundo mucho mejor. Creo que es posible mejorarlo. Fácil no será, pero con esfuerzo y perseverancia nada es imposible.
Quiero que ya deje de existir la discriminación, el racismo, el clasismo. Es increíble a lo que puede llegar la maldad humana. Es algo deplorable.
Quiero levantarme con ganas de vivir y luchar; día a día hay que reponer energías, cada día es una lucha distinta, una batalla más de esta guerra llamada vida, que hay que decirlo, haciendo bien las cosas se puede disfrutar mucho.
Quiero dejar todo lo malo que tengo; el miedo, el odio, la envidia, la soberbia, la mentira, y muchas otras cosas negativas que a lo mejor poseo en pequeñas dosis pero quiero eliminarlas de mí. Quiero cultivar en mí el amor, la paz, la fe, la convicción de que todo es posible, la perseverancia, el esfuerzo y todo lo bueno que exista, donde la humildad es muy importante.
Quiero aprovechar el tiempo al máximo, hacer cosas útiles, no darme nunca por vencido. Quiero creer que la fe mueve montañas, que Dios siempre estará a mi lado.
Quiero creer por siempre en el amor, ese sentimiento tan extraordinario que nos hace dar más de lo imaginado, que nos hace soportar tantas cosas, que nos impulsa a seguir a toda costa, abriéndonos paso hacia un mundo más puro y luminoso.
Quiero agradecer a Dios por la oportunidad que me da de vivir, de ser mejor que ayer, y aunque me equivoque una y otra vez y me caiga, siempre con su ayuda puedo ponerme en pie de nuevo, sacudirme del fracaso, la frustración, del dolor que muchas veces me ha tenido por las cuerdas, a punto de agotar mis fuerzas; gracias a Él puedo seguir.
Quiero valorar las cosas simples, esas que hacen que valga la pena vivir; quiero que la gente se dé cuenta de que todo esto puede mejorar...

1 comentario:

  1. te recomiendo una película para esto.. LEGIÓN DE ÁNGELES.. creo que esto refleja el verdadero sentir de la consecuencias de la película

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