jueves, 5 de abril de 2012

Felicidad.

El tiempo avanza a pasos agigantados, a gran velocidad, sin darnos casi ni cuenta ya comenzó el cuarto mes del año, abril. Recuerdo cuando la gente decía "Abril, lluvias mil". Eso pareciera que es parte del pasado considerando que en este mes ya no llueve tanto como antes. Incluso científicos anunciaron que no iba a caer nada de agua hasta mayo. Propongo entonces que en lugar de llamarle "Abril, lluvias mil", lo denominemos de ahora en adelante "Abril, el mes del frío" o algo parecido, porque en las mañanas amanece muy helado. Ya ni escucho cantar a los pajaritos, sin duda deben andar entumecidos por ahí, sin ánimo de entonar cánticos.
Voy a decir algo bien absurdo. Escribo este blog y sinceramente no sé si haya alguien que lo lea, pero igual seguiré escribiéndolo, porque amo mucho hacerlo. Amo escribir tanto como amo respirar.
Antes aquí escribí un par de cuentos, los cuales se los mostré a algunos amigos y amigas pero lo otro que escribo no lo publicito. Dudo que alguien esté leyendo esto, aunque me encantaría que lo leyera aunque sea una persona sin que yo le pida que lo haga.

Estoy muy feliz y quisiera que otros también sintieran esta felicidad que siento yo. No quiero que haya gente  triste en el mundo, no quiero que sigan muriendo más niños por el hambre o por el abuso de los mayores. Ahora diré el por qué de tanta felicidad: Es porque tengo el privilegio de conocer a Dios, que es el ser más hermoso que existe. Entonces lo que yo quiero ahora es que otros le conozcan y disfruten de su bondad y de su amor.
Quiero que alguien se encuentre por casualidad con este blog y lo comience a leer  y posteriormente se lo mencione al amigo y este a otro amigo y que luego muchos vean las maravillas que Dios hará conmigo, y que sepan que cualquiera que le obedezca y le sirva también podrá disfrutar de sus bendiciones. Dios es extremadamente poderoso y sus misericordias son para siempre, como dijo en un par de ocasiones el rey David.
Dios transforma la mente, cambia por completo al hombre y su vida; sus cambios siempre son para mejor. El quiere lo mejor para cada ser humano, sólo nos pide que le sirvamos y obedezcamos.
Dios es puro y santo, y el hombre es lleno de impurezas y pecados. Nosotros sin su ayuda no podemos dejar el pecado, pero El nos ofrece ayuda, y debemos aceptarlas con prestancia.
Quiero aportar con un granito de arena para que otros conozcan a Dios. No es posible que algunos sigan sin conocerle, no es justo.

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