viernes, 13 de abril de 2012

Perseverar...

De partida tengo que admitir que he sido poco perseverante en mi vida, y ese ha sido sino el mayor error, uno de los mayores. Un error letal. Porque, ¿Qué puede uno alcanzar en esta vida si no persevera? Muy poco, o prácticamente nada. Nada que valga la pena.
Hace como dos semanas atrás comencé a salir a las predicaciones. Justo ese día tocaba cerca de mi casa, a una cuadra. En la escuela dominical mi primo Brayant me dijo que fuéramos. Y fuimos.
La verdad es que me gustaría predicar, pero no es fácil. Tengo que irme con calma, ya llegará mi momento. Por ahora sólo ayudo a cantar. Esto no se trata de vana palabrería. Yo podría hablarle a una persona durante horas sobre Dios, de la importancia de la salvación, de que hay un cielo, un infierno y un largo etcétera, sin que provoque ningún efecto. Es por eso que debo seguir pidiéndole a Dios de su gracia, para que cuando comience a predicar se conviertan almas.
Esto no es humano, yo no voy por mi cuenta ni con mis fuerzas a las predicaciones. Si fuera fácil iríamos muchos más, y no es así. Somos pocos. Yo me siento privilegiado de poder ir, es una bendición del Señor.
Considerando que esta vida es pasajera es necesario dar todo por llegar a la otra vida, a la que realmente importa, la vida eterna.
Muchas personas diariamente mueren sin su salvación, y vivieron su vida sin conocer el amor de Dios. Es algo lamentable. Por eso nosotros debemos ser luz para el mundo, hablarle a las personas de Dios, de que después de esta corta vida hay una para toda la eternidad. Pero también existe el infierno, el tormento eterno. Y todo ser humano durante su vida tiene la maravillosa oportunidad de evitar ese horrible lugar, pero pocos son los que aceptan a Cristo como su salvador.
Hay gente que tiene el corazón de piedra, no le interesa buscar a Dios. Prefieren seguir con su vida llena de pecado, una vida lamentable, llena de frustración y dolor.
Satanás tiene a muchos seres humanos engañados, confundidos, y esto será hasta el final. Por eso yo primeramente debo esforzarme por cambiar en algo esta situación. Es una noble causa, por la cual vale la pena luchar.
Tengo mucha confianza en el futuro, porque aunque no vendrán tiempos mejores y ya estamos cerca del fin, sé que muchos tendrán el privilegio de alcanzar la salvación y llegar un día al paraíso junto a Dios. Por el momento debo seguir trabajando en los asuntos del Señor y pronto tendré mi recompensa.
Hay personas que si leen esto seguramente entenderán muy poco, es cierto, pero sólo les pido que busquen a Dios, lo demás no es tan importante.
Ahora tengo muy claro lo que debo hacer: Perseverar.

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